¿Y AHORA QUÉ? TURQUÍA

Pocos días después de la “democrática” votación que dio la victoria al Sí a la Constitución Europea, con más de un 50% de abstención, el panorama cada vez es más desolador. A los problemas económicos y migratorios actuales se cierne sobre nosotros una amenaza mayor. No nos cabe ninguna duda de que tras el pucherazo electoral español y de la futura y segura aprobación de esta supuesta constitución de todos los europeos las fronteras de la Unión Europea volverán a ampliarse una vez más, cada vez más hacia el Este, cada vez más hacia el Islam. Esta postura motivada por el afán neoliberal de nuestros políticos nos lleva a hacernos una serie de preguntas.

¿Qué interés tiene la UE en que Turquía entre a formar parte del mercado común? Pues el de siempre, el económico. Turquía es un país situado estratégicamente entre la vieja Europa y el Islam, en buena parte es un puente entre estas dos culturas tan diferentes e irreconciliables. Sus recursos minerales son extraordinarios, por no hablar de los importantes gaseoductos que recorren un país tan extenso. Con la entrada de Turquía en Europa gran parte de estos bienes que actualmente vuelan hacia EE.UU. recaerían en las manos de los usureros europeos en vez de los americanos, el mismo perro pero con distinto collar.

Por otra parte por todos es conocido la existencia de grupos islamistas instalados en un país tan retrógrado como Turquía, con la apertura de las fronteras no sólo vendrían a nuestros países una ingente cantidad de personas deseando huir de un estado totalitarista como el turco, con ellos entrarían y saldrían a su antojo de nuestros países cantidad de terroristas con afán de cometer atentados contra civiles.

Turquía forma parte clara del cónclave antieuropeo que se está cuajando en estos momentos en todo Oriente Próximo, no nos quieren, para ellos solamente somos infieles y están deseando recuperar lo que, según ellos, es suyo, y no pararán hasta conseguirlo, y qué mejor manera de ir entrando en las estructuras jerárquicas de países corruptos como por ejemplo el nuestro que enseñarnos su cara amable, ocultando las oscuras intenciones que albergan en el fondo de sus almas.

Europa no admite ya más inmigrantes, es un hecho contrastado, de ahí esta preocupación que seguramente caerá en saco roto, los políticos como siempre se dejarán llevar por intereses económicos y geoestratégicos y dentro de poco veremos como entran en la UE países muy diferentes a nuestro concepto de Europa.

Y aún hay un tema más preocupante que la ya problemática entrada de 70 millones de personas en Europa, y es saber cuál es el límite que ponen los líderes europeos a la UE, aún sin decidir. ¿Después de Turquía qué vendrá, Siria?, ¿El Líbano?, ¿Israel?, países para nada identificados con la cultura y creencias europeas que solamente causarían problemas internos. Aún esperamos respuesta para estas y muchas otras preguntas, mientras tanto seguiremos gritando fuerte contra las injusticias que son evidentes para el hombre de a pie y que “pasan desapercibidas” para los que están arriba.

¡POR LA IDENTIDAD EUROPEA, NO A LA ENTRADA DE TURQUÍA EN LA UE!

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